domingo, 24 de septiembre de 2017

ALPILLERA

LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”
Micro Nº 44 – 24/09/2017
Con su licencia, paisano! Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si compartimos “Decires de la campaña”.
Hoy vamos a referirnos a la “alpillera”, palabra que inmediatamente uno asocia con la bolsa, o sea la “bolsa de alpillera”, cuya pronunciación correcta es “arpillera”, palabra que probablemente provenga de España y derive de la voz aragonesa “sarpillera”.
Como ocurre con muchas otras cosas, en China se la conoce desde hace unos 800 años, siendo antaño la base para la fabricación de cordajes marinos, velas de embarcaciones, y también para la confección de papel. Posteriormente, España fue un importante centro productor de ese textil.
Con dicha expresión, “arpillera”, se designa a un tejido basto, rústico, áspero y resistente, confeccionado con la hilaza de diversos tipos de “estopa”, siendo ésta a su vez confeccionada con fibras de cáñamo o yute, y también con la parte gruesa del lino.
El cáñamo es una planta de la familia de las “cannabis”, curiosamente para nosotros, familia de la que también proviene la marihuana; en cambio el yute es de la familia de las “malváceas”, siendo una planta herbácea muy fibrosa, cosechada mayoritariamente en la India.
Ahora bien, en el uso que a nosotros nos interesa, como “bolsa de arpillera” -tan conocida y usada por todos-, no lo encontramos en el Siglo 19 o sea la centuria del 1800, no apareciendo citada en el “Martín Fierro” por ejemplo, por lo que deducimos que su uso se expande con el gran desarrollo de la agricultura al principiar el Siglo 20. Y decimos esto porque en los tres primeros trabajos con la intención de definir palabras de nuestra forma de hablar, creados en el país en el Siglo 19, estos son: “El Vocabulario Rioplatense” de Francisco Javier Muñiz (1845), el “Diccionario de Argentinismos” (1875), y el “Vocabulario Rioplatense Razonado” de Daniel Granada” (1890), la “alpillera o arpillera” brilla por su ausencia.
En la centuria pasada (la del 1900), más allá de la finalidad específica, o sea la de embolsar distintos tipos de grano, en nuestra campaña se la adaptó para todo tipo de funciones, de ahí que Berho, en el verso que le dedicara y que consta de 14 décimas, define en la primera:
“Hoy yo te canto alpillera / que serviste pa’ todo uso. / ¿Qué fue lo que no se puso / en una bolsa cualquiera? / Aunque viniste de ajuera / para embolsar los cereales, / tus servicios fueron tales / que hoy decirte necesito / que ocupás un lugarcito / en las cosas nacionales”.
Berho lo dice: era extranjera; pero para los más de nosotros, habiéndola visto en todo tipo de uso en una casa de campo, ¿quién se le ocurriría pensar que no era criolla…?
Concluye Berho: “Hoy todo el mundo te añora, / bolsa de los caminantes; / tanto el que quiere lo de antes /  como el que quiere lo de ahora.”
Pero no fue don Luis Domingo el primero en destacar sus virtudes, él mismo lo ha reconocido, por eso recurrimos a los versos que Agustín López le escribiera, titulados: "La Bolsa de Arpiyera", los que se pueden leer en el blog "Antología del verso campero"

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