sábado, 25 de julio de 2015

ROQUE BONAFINA

LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”
Micro Nº 71 – 18/08/2012

Con su licencia, paisano!
        Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.

ROQUE BONAFINA, o Juan Roque Bonafina según su nombre completo, nació en Dudignac, partido de 9 de Julio, el 16/08/1923, en el hogar de Juana Canciani y Domingo Bonafina.
Hasta los 20 años permaneció en el campo, en distintos parajes de aquel partido; de entonces recuerda: “…crecí y trabajé en el campo abierto; las llanuras me vieron andar con mis padres y hermanos repechando amaneceres, aguantando las escarchas del invierno y guapeando los calores del verano…”.

A estos conocimientos, luego, abocado a otros menesteres, les sumó lo aprendido en buenos libros criollos y textos de historia, y opinaba: “la lectura es sumamente importante, más aún si uno tiene la oportunidad de balancear lo leído con algunas vivencias, por cuanto de esa manera no es tan fácil marearse con los espejismos de la fantasía”.
Cumplido el servicio militar se incorporó al Ejército, y a los 3 años, pidió el pase a la Fuerza Aérea Argentina en la que se desempeñó por 30 años, cuando a su solicitud se retiró con el grado Sub Oficial Mayor del Cuerpo de Comando.
Muy joven se dio a borronear papeles, y tiempo después -tendría unos 22 años-, el poeta Eusebio José Morán, lo aconsejó para emprolijar sus versos.
Pensó a estos con un sentido didáctico y quien ha podido ver alguno de sus originales, sabe que a cada uno le agregó un texto con la explicación de por qué dice lo que dice, y de alguna palabra si lo creyó necesario.
Si bien no llegó a publicar libro alguno, revistas y diarios como “Elevación”, “Quipus”, “La Capital”, “El Atlántico” y “Pa’l Gauchaje”, le dieron cabida; y a su vez, intérpretes como Carlos Vega Pereda, Jorge Soccodato, Manuel Rosa, Mario Triviño, Atilio Payeta, Rodolfo Zapata, Perla Carlino, Lázaro Moreno, le han grabado temas como “El Hilacha”, “Pa’ los que ensillan”, “La Deschalada” o “Como el chingolo”.
De sus logros literario destacamos que en 1989 obtuvo el 3º Premio en el “3º Certamen de la Décima Rural” de la audición “Entre Mate y Mate”, de LU 30 Radio Maipú, y en 2008, el 1º Premio en el “12º Certamen de la  AAET”.
Apuntemos que el 15/05/1948, en Mar del Plata, contrajo matrimonio con María Esther Pereiro; y en dicha ciudad, donde residió gran parte de su vida, a la semana de haber cumplido 87 años, falleció en la tarde del martes 24/05/2010.
Hoy, un grupo de amigos está intentando concretar un libro póstumo con su obra (*)
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(*) En 10/2013, un grupo de amigos publicó el libro póstumo "De Mis Tiempos - poemas y relatos gauchos", con tapa e ilustraciones del artista Miguel Ángel Gasparini

lunes, 20 de julio de 2015

AMIGO

Día del Amigo 2015

AMIGO

Te mando un saludo amigo:
¡que pases un feliz día!
Eso me dará alegría
y será poncho de abrigo.
Porque sé, sos como el trigo
que con su harina da el pan,
y con tu afecto y tu afán
haces la harina bendita
de darle al que necesita
tus manos, que siempre están!


miércoles, 8 de julio de 2015

CARLOS ADOLFO CASTELLO LURO (Cacho)

LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”
Micro Nº 69 – 04/08/2012
Con su licencia, paisano!
        Acomodado en la cocina grande, junto a la ventana para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.


CARLOS ADOLFO CASTELLO LURO (“Cacho”).  Nació  en  Puán  el  12/08/1928.
                                     Orgulloso de sus raíces de criollos de pura cepa, allí formó su hogar junto a Nora Zanetti, convirtiéndose con el tiempo en padre y abuelo.
Argentino hasta el tuétano, reflejó su sentir e inquietudes a través de la poesía criolla, el ensayo y la investigación histórica. Hombre de formación autodidacta, era tan exigente para con los cultores del género como para con sí mismo.
Si bien su nombre recorrió camino de la mano de sus composiciones poéticas, fundamentalmente de ese “Pelajes Entreverao” que lo hermanara a Don Atahualpa Yupanqui, no llegó a publicar un compendio de sus poesías; sí publicó en el rubro novela, donde hacia 1996 dio a conocer “Los pocos y los muchos”, en la que -con conocimientos de primera mano- relata acabadamente las vicisitudes de la vida agraria de los años 40, aproximadamente; novela que fechó en su pueblo en 1992.
 Como nada de lo que tenga que ver con la cultura le era ajeno, ejerció el periodismo, habiendo publicado entre 12/1971 y 1/1975 (3 años), un periódico quincenal del que aparecieron 31 números, y que denominó “La Voz de Puán”, cuyo lema era “la pluma es la espada del alma”, expresión cervantina.
Supo en vida del reconocimiento, como que en 1969 recibió “La Flor de Cardo” de parte de la “Fiesta de las Llanuras” de Cnel. Dorrego; en 1986 estuvo ternado para el “Premio Payador” de LS 11 Radio Provincia de Bs. As., y en 1998 recibió la “Distinción Trayectoria” de la Asociación Argentina de Escritores Tradicionalistas, entre otros reconocimientos.
Ocupó la función pública en su pueblo natal donde ejerció como Director de Cultura.
Su decir poético suena sentencioso hasta cuando trata cosas simples; su voz es grave, su conocimiento criollo es grande y preciosista en cualquier forma de verso que adopte.
Además del ya citado Yupanqui, grabaron obras suyas: Alberto Merlo, Francisco Chamorro, Santiago Lettieri, Atilio Reynoso, Claudio Agrelo, Jorge Berón...
Afectado de neumonía se había trasladado para su tratamiento a la ciudad de Bahía Blanca, donde complicaciones de su salud devinieron en problemas cardiovasculares, falleciendo en la madrugada del 2 de julio a la edad de 79 años. Sus restos fueron trasladados y descansan en el Cementerio de su ciudad natal.
En coincidencia su cumpleaños, el año pasado (2011) se le rindió un homenaje que organizó Cultura de Puán y su familia, abriendo el acto la palabra de su amigo Carlos Difulvio.

FRANCISCO ANÍBAL RIU

LR 11 – Radio Universidad – “CANTO EN AZUL Y BLANCO”
Micro Nº 15 – 25/06/2011

Con su licencia, paisano!
Acomodado en la cocina grande, junto a la venta para tener mejor luz, mientras gustamos un mate, vamos a ver si hablamos de “Poetas Criollos… y otras yerbas”.

RIÚ, Francisco Aníbal.  Nació en 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires, en 1881.
Alrededor de 1894 se establece en La Plata donde cursa estudios en el Colegio Nacional, los que continúa en la Facultad de Derecho, hasta graduarse de abogado en 1904, con una tesis que “versó sobre la Ley de Trabajo y despertó asombro e interés”.
Desarrolla una activa vida universitaria, y así lo encontramos como presidente del Centro Universitario, elegido en la asamblea del 9/06/1903.
De su estancia platense proviene la amistad  con Almafuerte, quien supo escribirle llamándolo “Mi querido hijo bueno…”.

Participa en la política de su época en el Partido Radical, representando como dirigente a la provincia de Buenos Aires ante la Convención Nacional. Fue también Presidente del Comité de su provincia, habiendo integrado la Legislatura Nacional, como diputado electo en 1914 y 1918, función a la que no llegó “premiado por manejar porotos, sino por ser una persona idónea y un sacrificado e inteligente militante…”.
Como poeta gauchesco, es autor de décimas sonoras de muy cuidada construcción, expresadas en un lenguaje más vale culto sin ser castizo, en las que demuestra su admiración por el personaje y el paisaje que con seguridad conoció en su pago natal.
En 1905 publicó su primer libro titulado “Sílex”, al que en 1911 le siguió “La musa errante”, y en 1913 “Leyendas Nativas”.
Hemos verificado que a partir de 09/1916 fue un reconocido colaborador del Semanario “La Pampa” Argentina”, de la ciudad de Buenos Aires; también sus composiciones aparecieron en “Caras y Caretas” y en “Nativa”.
En opinión del reputado Julio Díaz Usandivaras, Riú era “el mejor decimista” del país, lo que es reafirmado y ampliado por Gabino Coria Peñaloza: “…sus décimas, que le han dado fama y muy bien sentada, de ser el mejor decimista de ambas márgenes del Plata.”. Éste último, en nota que le dedica en el N° 1 de Revista “Nativa” (1924), vuelca conceptos laudatorios, desde ubicarlo como “uno de los más conocidos cultores de la poesía costumbrista” a definir sus letras de “Cálidas, rotundas, sonoras, brillantes, son todas sus composiciones… (…) Vivida es la descripción; movido y amplio el escenario; ricas y variadas las imágenes; seguro el trazo; cerrada y gráfica la cláusula y una vibración continuada desde el principio hasta el fin”.
Coronando su actividad poética, José Razzano le grabó sus décimas “Desde el alero” con ritmo de estilo, en 1917.

Falleció tempranamente el 21/06/1929, tenía 48 años.